lunes, 20 de febrero de 2012

El palacio de Urbasa en ruinas












La historia se repite para el Palacio de Urbasa en Navarra, una construcción levantada por Juan Remírez de Baquedano entre 1699 y 1705, que mientras estuvo en propiedad de esa familia, durante más de dos siglos, nunca fue habitado por ninguno de sus miembros. Hoy pertenece al Gobierno de Navarra y, como ocurrió entonces, desde que el Ejecutivo lo compró en 1990 a los Echávarri hasta ahora, absolutamente nada ha hecho por esta edificación, que avanza directamente hacia la ruina.

La historia del palacio se complicó desde el principio puesto que Juan Remírez de Baquedano, Marqués de Andía y Urbasa, erigió esta construcción con un marcado rechazo de los amescoanos y de los habitantes de Burunda, según explica el historiador Balbino García de Albizu. Este señala también que esa familia no tenía la menor intención de ejercer directamente la jurisdicción civil ni residir en él por lo que nombraron un alcaide que vivía en Estella y a un teniente de alcaide que residía en la venta, junto al palacio. Además de que la propia construcción dejó mucho que desear. "Mucho interés habían tenido los Baquedano en construir el palacio, pero no en gastarse excesivo dinero en ello" y es que como indica este historiador, transcurrido menos de medio siglo desde que se levantó se tuvo que reconstruir "por hallarse en ruinas". Tras esto, el palacio sirvió durante unos años como alojamiento. "El palacio y en concreto la venta o el patio interior hizo la función de refugio o alojamiento para viajeros, tratantes y ganaderos que frecuentaron o transitaron la zona".

En 1915 cambió de manos cuando lo compró Juan de Echávarri, que tras una remodelación destinó una parte a hotel y otra para vivienda de la familia. El alojamiento se cerró en 1976, pero se mantuvieron abiertos durante algún tiempo el bar y el comedor. Después, el Gobierno de Navarra lo adquirió en 1990.

Ahora el edificio está cerrado a cal y canto, pero como explica el historiador Balbino García de Albizu, antes de que lo adquiriera el Ejecutivo foral ya tuvo otros novios. "El Gobierno Vasco mostró su voluntad de comprarlo para convertirlo en un edificio para acoger colonias y eso hizo reaccionar al de Navarra que antes de que lo comprasen otros, lo adquirió", explica García de Albizu.

DOS IDEAS, NINGÚN RESULTADO Así en 1990, el entonces presidente Urralburu se reunió con los alcaldes del valle y les trasmitió la intención de crear un centro de interpretación de la zona en el palacio. "Sin embargo, este proyecto no avanzó y quedó relegado cuando se declaró el Parque Natural Urbasa-Andía", en 1997.

Los ayuntamientos, tanto entonces como ahora, son partidarios de que este centro de interpretación esté ubicado en Zudaire. "Hay muchos días al año en los que es desagradable acceder hasta el palacio, ubicado en el plena sierra, por lo que en el valle siempre se ha entendido que ese centro esté en Zudaire. Es más, en 2003 se le presentó al entonces consejero Corpas un anteproyecto, pero sería algo más que un centro de interpretación de la naturaleza. La idea es crear un espacio que recogiera toda la historia del valle desde la prehistoria y en la que se incluyera un fuerte aspecto etnológico", indica García de Albizu.

La otra gran propuesta del Gobierno de Navarra fue la creación allí de un hotel, proyecto que se anunció pero del que casi nunca más se supo. "Cualquier actuación que se quiera realizar tiene un coste elevadísimo, lo que ha paralizado todos los proyectos", explica García de Albizu.

Lo que no se ha detenido ha sido el proceso de deterioro que ha sufrido esta construcción y es que el descuido del Ejecutivo llegó hasta el punto de que las vacas pastaban hace menos de una década en el interior de esta edificación, que no ha quedado libre del expolio. "Hace unos años y siendo ya propiedad del Gobierno de Navarra desaparecieron las puertas; antes se había caído la venta anexa", explica. En ese tiempo también desaparecieron los pocos bienes que quedaban en la capilla, que por otra parte fue, según Balbino García de Albizu, donde más medios invirtió el promotor de la edificación.

El interés del Gobierno de Navarra en esta construcción es desconocido puesto que a día de hoy no existe un proyecto para él. Lo que sí se sabe es que al menos públicamente no se muestra una intención en hacer algo con esta construcción, ni tan siquiera en nombrar su presencia, y es que no se pone mucho empeño en indicar a los turistas la existencia de esta construcción que antaño llegó a alojar a personas tan relevantes como José Miguel de Barandiarán o el pretendiente carlista al trono, Carlos María Isidro de Borbón.

Fuente: http://www.noticiasdenavarra.com/2012/02/19/vecinos/estella-y-merindad/urbasa-el-palacio-que-nunca-se-quiso












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